De los cuentos de este libro aprendí, mientras los leía, que debemos confiar en la voz de nuestro propio corazón. Que para conocer a los demás hay que dejar de lado las ideas que tenemos acerca de ellos. También aprendí que cada uno es responsable de su propia vida.
Así como los leí, los pongo en este libro, apenas cambiándoles alguna palabra para hacerlos más claros. Estoy convencida de que estos cuentos tienen una fuerza propia que nos permitirá aprender de nosotros mismos. Esto es muy misterioso y depende de las ganas de cada uno. En fin, como me llegaron, se los cuento.
(Graciela Pérez Aguilar, compiladora de estos cuentos breves y extraordinarios)